El viernes 25 de septiembre a las 17 hs se realizó por Zoom el “IV Congreso Argentino del abogado del niño” en el cual expusieron la Jueza de Familia - Dra. Guillermina Leontina Sosa, la Sra. Asesora de Familia -Dra. Carolina Natalia García- ambas de la ciudad de Comodoro Rivadavia, el Dr. Néstor Solari, las Dras. María Gabriela Coloccini, Alejandra Huebra y Andrea Mercedes Pérez.
En este encuentro se plasmaron diversas opiniones y perspectivas con respecto a la importancia y el rol del abogado de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) en los distintos procesos judiciales haciendo hincapié en lo normado en la Convención Internacional sobre los derechos del Niño, en la Ley de Protección integral de niños, niñas y adolescentes -Ley N° 26.061y la Ley Provincial III N° 44 de la Provincia de Chubut.
Asimismo, se resaltó la necesidad de considerar el interés superior de los NNyA y la importancia de que el abogado del niño no sólo detecte la vulnerabilidad y/o las problemáticas en la que se encuentran inmersos sino también que reflejen y expresen de manera clara y sencilla en los expedientes judiciales las opiniones y deseos de éstos.
Por su parte, el Dr. Néstor Solari se refirió a las dos posturas doctrinarias existentes con respecto a la participación del abogado del niño en los procesos judiciales y expresó que el hecho de tener un abogado está reconocido como derecho humano, y que por lo tanto todos los NNyA tienen derecho a tener uno que los represente y vele por sus intereses, haciendo hincapié en que hay que aplicar siempre la ley más benigna, que le brinde más derechos a los niños, niñas y adolescentes. Asimismo, y refiriéndose a lo normado en la Ley III n°44 de Chubut, manifestó que no se puede considerar la edad y grado de madurez del niño/a para decidir la posibilidad de que éste cuente con un abogado siendo esto una “regresividad del derecho” ya que la Convención Internacional sobre los derechos del niño se encuentra por encima de cualquier ley provincial.
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a tener un abogado que genere un vínculo con él/ella, que exprese sus opiniones y deseos y que, por sobre todas las cosas, defienda sus derechos basándose en su interés superior.
Dra. Calandra Melina
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